PODEMOS. LA RODA POR EL CAMBIO

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viernes, 9 de enero de 2015

RECUPERAR LA DEMOCRACIA.

En aquel movimiento lleno de energía y esperanza del 15 de Mayo del 2011 se escuchaba y leía por todos lados una frase que invitaba a la reflexión. Dicha frase rezaba lo siguiente: “lo llaman democracia y no lo es”. Desde luego, hoy nos damos cuenta de que las economías de mercado no necesitan de la democracia. Los mercados cambian constituciones y presidentes a su antojo. Algunos dicen que la Constitución de 1978 es imposible de cambiar cuando los españoles pedimos algo tan de sentido común como elegir el modelo de estado en el que queremos vivir y realizarnos como personas. Debemos expresar si queremos o no seguir sometidos a la dinastía de los borbones, sabiendo que esa familia está hasta los ojos de corrupción y que sostiene en gran medida este régimen que está caduco. Sin embargo, cuando los mercados, por medio de Merkel, llaman para decir que tenemos que reformar el artículo 135 de nuestra Constitución para priorizar el pago de la deuda a cualquier gasto social, condenándonos a la miseria, se hace en apenas 24 horas, con el mayor de los sigilos y a espaldas de la ciudadanía, en un gran acuerdo del PP y del PSOE, es decir, de los mismos que nos decían que la Constitución no se puede reformar.

¿Cómo podríamos definir entonces la democracia? A todos nos contaron en clase que democracia es una palabra que viene del griego y que significa el gobierno del pueblo. Hoy en día, no obstante, sabemos que en España dicha afirmación dista mucho de la realidad, ya que el gobierno es ostentado por la banca y los poderosos, la Troika, los “Botines”, los “Blesas”, los “Florentinos Pérez”, los “Amancios Ortegas”, los “Juanes Roiggs”, etcétera. Ellos son los que mandan, los que hacen y deshacen a su antojo, los que controlan los medios de comunicación para crear y tergiversar la realidad dependiendo de sus intereses, los que nos someten a su cruel y despiadado yugo. Por tanto, el término democracia lucha en la actualidad por recuperar unas connotaciones que jamás debería haber perdido. Hoy, más que nunca, democracia es emancipación, es liberación, es dejar de ser posesión de nadie, es pasar a ser dueño de tu futuro y del futuro de tu gente. Como dijo Harry Emerson Fosdick, la democracia es el convencimiento de que gente común es capaz de hacer cosas fuera de lo común.

Tenemos por delante una labor preciosa. Hemos de realizar el cometido más importante de nuestra existencia. Como diría Ismael Serrano, la vida fue un ensayo hasta ahora. Nos toca defender todos esos derechos que nos están quitando a marchas forzadas, por los cuales muchas grandes personas perdieron todo, incluso sus vidas. Debemos pelear por un país en el que las diferencias entre los que más tienen y los que menos tenemos se acorten. Hemos de ser autocríticos y analizar nuestros errores como ciudadanos y ciudadanas, para no volver a repetirlos jamás, dándonos cuenta de que pensar y actuar en términos individuales es suicida, porque nos lleva delegar en otros la política, y acabamos en esta terrible situación. Toca por tanto entender que todos y todas tenemos problemas similares, que no estamos solos, y que la única forma de afrontarlos y superarlos es uniéndonos solidariamente contra ellos. Y ahí es donde entra la política. Debemos entender la política como la forma de pelear colectivamente contra los que no nos dejan soñar con un mañana mejor, porque como clamaba otra frase del 15-M, “si no nos dejan soñar, no les dejaremos dormir”. En pocas palabras, tenemos que recuperar la democracia.


Francisco Melero Blasco.
Miembro del Círculo Podemos La Roda

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